En lo alto de la Sierra de Huelva, donde los vientos fríos silban entre encinas y alcornoques, se alza el histórico pueblo de Cumbres Mayores. Sus calles empedradas y su imponente castillo del siglo XIII guardan siglos de historia, pero pocos conocen el misterio que rodea a un conjunto de piedras antiguas situadas a las afueras del pueblo. Se dice que estas piedras no son simples rocas, sino testigos de un antiguo hechizo que aún perdura.
Un Enigma en la Sierra
Desde tiempos inmemoriales, los habitantes de Cumbres Mayores han hablado de un círculo de piedras dispuestas de forma extraña en lo alto de una colina cercana. Nadie sabe con certeza su origen, pero las leyendas cuentan que, cuando la luna llena ilumina la sierra, las sombras de las piedras parecen moverse, como si quisieran contar su propia historia.
Algunos dicen que son restos de un antiguo santuario celta, otros creen que forman parte de un ritual olvidado. Pero la versión más extendida es la de un hechizo, una maldición lanzada hace siglos que aún sigue presente en la tierra.
La Maldición del Pastor y la Bruja
La historia más conocida sobre estas piedras se remonta a la Edad Media. Se dice que en aquellas tierras vivía un joven pastor llamado Martín, que cada día llevaba su rebaño a pastar cerca de la colina donde ahora se encuentran las piedras. Martín era humilde y trabajador, pero tenía una curiosidad insaciable.
Un día, mientras exploraba la zona, encontró una cueva oculta entre la maleza. Al entrar, descubrió un pequeño altar rodeado de símbolos extraños y restos de velas apagadas. Sin saberlo, había entrado en el refugio de una vieja hechicera, que usaba aquel lugar para realizar sus rituales.
Cuando la bruja descubrió que alguien había profanado su santuario, lanzó una terrible maldición:
— Serás piedra y polvo, y en este lugar permanecerás para siempre.
Al día siguiente, Martín desapareció sin dejar rastro. Su rebaño fue encontrado en la ladera de la colina, pero de él, solo quedaron unas piedras dispuestas en un círculo, como si hubieran estado allí desde siempre.
Las Piedras que Susurran
Desde entonces, las piedras de Cumbres Mayores han sido objeto de historias inquietantes. Se dice que, si te acercas a ellas en una noche sin luna y apoyas el oído sobre su superficie, puedes escuchar un leve murmullo, como si alguien estuviera susurrando desde su interior.
Algunos pastores han asegurado que, al pasar por la colina, sienten un escalofrío inexplicable y sus ovejas se niegan a avanzar. Otros cuentan que, en noches de tormenta, se han visto sombras moverse entre las piedras, figuras espectrales que parecen recrear una historia olvidada.
Un Misterio sin Resolver
A pesar de los intentos por explicar el origen de estas piedras desde un punto de vista arqueológico, los más supersticiosos creen que la maldición sigue activa y que cualquiera que altere el orden de las piedras sufrirá el mismo destino que Martín.
Por ello, los habitantes de Cumbres Mayores prefieren dejar aquel rincón en paz, evitando acercarse demasiado cuando el sol comienza a ponerse. Porque, según cuentan, la bruja que lanzó la maldición nunca desapareció del todo… y todavía vigila su santuario desde las sombras.
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